Úlcera duodenal. Parte 1.
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Hola amigos, ¿cómo va su día? Espero que vaya muy bien, porque hoy voy a hablarles de un tema de gran importancia para ustedes: la úlcera duodenal. En esta ocasión voy a darles una información detallada acerca de este padecimiento, así como sus aspectos más importantes. Saludos.
La úlcera péptica es una lesión de la mucosa que en la mayoría de las veces se ubica en los primeros centímetros del duodeno, en lo que se conoce como bulbo duodenal (úlceras duodenales). También son frecuentes a lo largo de la curvatura menor del estómago (úlceras gástricas). Con menor frecuencia, las úlceras se localizan en el canal pilórico (úlceras pilóricas), en el duodeno inmediatamente después del bulbo (úlceras posbulbares) o en un divertículo de Meckel que contenga islotes de mucosa gástrica secretora. Después de una gastroyeyunostomia, con gastrectomía parcial o sin ella, pueden aparecer úlceras en el estómago en el borde de la anastomosis (úlcera marginal o de boca anastomótica) o en el yeyuno inmediatamente después de la anastomosis (úlceras yeyunales). También puede haber úlceras en el extremo distal del esófago.
La úlcera péptica es el resultado de un desequilibrio entre los factores agresivos y los factores defensivos de la mucosa gastroduodenal. Esta disfunción del mecanismo defensivo puede producir distintos grados de lesión: gastritis, erosión, ulceración y de úlcera propiamente dicha.
El duodeno es la primera de las tres porciones del intestino delgado (duodeno, yeyuno e íleon) que recibe a los alimentos ya en parte digeridos por el estómago y donde comienza la absorción de nutrientes. El duodeno se encuentra directamente unido al píloro del estómago, tiene forma de ‘C’ y está íntimamente relacionado con la cabeza del páncreas, conformado por cuatro porciones: una porción superior, otra descendente, una horizontal y otra ascendente.
Una úlcera duodenal es una lesión que aparece en la pared interna del duodeno, la parte superior del intestino delgado. Las úlceras son áreas de tejido erosionado que han sido dañadas por bacterias, ácidos estomacales o ciertos medicamentos.
Por lo común hay una sola úlcera, pero pueden encontrarse dos y a veces más.
Las úlceras duodenales, situadas por lo común a menos de 3 cm del píloro, son también de tamaño variable, pero tienden a ser más pequeñas que las gástricas. En promedio tienen aproximadamente 1 cm de diámetro.
Las úlceras suelen ser redondas u ovaladas, con bordes bien delimitados. La mucosa circundante está a menudo hiperémica y edematosa. Las úlceras penetran en la capa submucosa o muscular. En general, una fina capa de exudado gris o blanco cubre la base del cráter, que está formada por capas de tejido fibroso, de granulación y fibrinoide. Durante la cicatrización, el tejido fibroso de la base contrae la úlcera y puede distorsionar los tejidos circundantes. El tejido de granulación llena la base y, en el proceso de cicatrización, el epitelio originado en los bordes cubre su superficie.
Las úlceras duodenales son casi siempre benignas, mientras que una úlcera gástrica puede ser maligna.
La úlcera péptica se considera el resultado de un desequilibrio entre los factores agresivos y los factores defensivos de la mucosa gastroduodenal. Esta disfunción del mecanismo defensivo puede producir distintos grados de lesión. Así, se habla de gastritis cuando existe simplemente irritación e inflamación, de erosión cuando existe pérdida de sustancia que afecta sólo a la capa mucosa, de ulceración si se extiende hasta la submucosa, y de úlcera propiamente dicha si se afecta la muscularis mucosae.