Requerimientos nutricionales en la tercera edad. Parte 1.
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Hola amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que estén muy bien, porque esta semana veremos un tema muy importante para los adultos mayores: sus necesidades nutricionales. Para comenzar les daré una introducción acerca del tema. Saludos.
Primero que nada hay que saber que los requerimientos especifican las cantidades de energía y de cada uno de los nutrientes que un individuo necesita para obtener un óptimo crecimiento, mantenimiento y funcionamiento en general. Estas cantidades varían dependiendo de la especie, el sexo y la edad, o más bien, del momento del desarrollo del individuo.
Una dieta se podría definir como el conjunto de alimentos que la persona necesita ingerir en función de las condiciones y necesidades fisiológicas, con respecto a la edad y al trabajo que realiza.
Algunos de los factores que contribuyen en la alimentación del adulto mayor son los siguientes:
- Factores fisiológicos. Son los cambios en la composición corporal como el aumento de la masa grasa, disminución de la masa magra principalmente en músculo y hueso, disminución del agua corporal total, disminución de la masa ósea, disminución del metabolismo basal y de la actividad física, deterioro de los sentidos del gusto, olfato y vista y disminución de la dentición (desarrollo de los dientes, en los adultos mayores puede haber pérdida de los dientes).
- Factores patológicos. Esto se refiere a los cambios que ocurren como consecuencia de procesos patológicos, son el resultado del aumento de enfermedades crónicas (hipertensión, artritis, enfermedades cardiovasculares, hiperlipemias, diabetes). Muchas de estas enfermedades pueden alterar la digestión, absorción y eliminación de las sustancias nutritivas. Todas las enfermedades en edad avanzada tienen como consecuencia que el adulto mayor consuma gran cantidad de medicamentos. Éstos, a su vez, alteran el gusto y el apetito, produciendo efectos secundarios como vómitos, náuseas, diarreas, etc. impidiendo la absorción de nutrientes en el organismo. También problemas cardiopulmonares, neuromusculares, disfunción hepática y alteraciones endocrinológicas pueden alterar la nutrición.
- Factores psicosociales. La soledad está asociada con poco apetito, apatía hacia la comida y elección de alimentos inadecuados, limitación de recursos económicos, ingreso en instituciones (residencias, asilos, hospitales, malos hábitos alimenticios e ignorancia a la hora de comer, depresión, disminución de actividad física e inmovilidad.