Rehabilitación del adulto mayor. Parte 2. - Vida Abuelo

Rehabilitación del adulto mayor. Parte 2.

– Parte 2 de 3

Hola amigos, ¿cómo va su día?  Espero que vaya excelente, el día de hoy seguiré con el tema de la semana. En esta parte en específico hablaré de las alteraciones por los que acuden los pacientes a rehabilitación y qué se debe evaluar en cada uno de ellos. Espero que les parezca interesante esta información,  ya que es un artículo de gran importancia para el adulto mayor. Saludos.

 

* Alteraciones comunes

Las alteraciones más frecuentes y de mayor importancia por las cuales las personas de la tercera edad acuden a rehabilitación geriátrica son:

  • Problemas al caminar, con la postura o el equilibrio.
  • Trastornos sensoriales. El sistema sensorial es parte del sistema nervioso responsable de procesar la información sensorial. Está constituido por órganos especializados como son: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. Todos los órganos de los sentidos tiene algún componente de naturaleza nerviosa, que deben transformar el estímulo a impulso nervioso, que alcanzará un área específica del cerebro.
  • Problemas relacionados con la comunicación.
  • Alteraciones psicológicas o familiares.
  • Disminución o pérdida de la funcionalidad.
  • Alteración de las funciones corticales superiores.

 

* Valoración geriátrica integral

Es un método de diagnóstico que tiene como objetivo determinar en un adulto mayor las capacidades y problemas médicos, psicológicos, sociales y funcionales, con la finalidad de desarrollar posteriormente un plan integral de tratamiento y seguimiento clínico.

El equipo multidisciplinario está formado por un:

  • Médico.
  • Geriatra.
  • Enfermero.
  • Psicólogo.
  • Trabajador social.
  • Fisioterapeuta
  • Terapeuta ocupacional.

 

La valoración geriátrica integral tiene que abarcar lo:

  • Clínico.
  • Funcional.
  • Psicológico.
  • Social.

 

* Datos importantes que hay que evaluar en la rehabilitación

El personal debe tomar en cuenta ciertos aspectos, ya que permiten conocer el grado de deterioro funcional y la reserva potencial de capacidad física con que cuenta el paciente, con la finalidad de diseñar adecuadamente el tratamiento de rehabilitación.

Con la valoración geriátrica integral se determina la capacidad del paciente para realizar toda una serie de actividades concretas, que le permiten vivir de forma independiente, es decir, que él mismo pueda realizar las actividades básicas de la vida diaria, éstas son:

  • Higiene personal.
  • Ducha. Ir al lugar de la ducha, enjabonarse, enjuagarse y secarse.
  • Vestido. Incluye la correcta elección de las prendas en función del clima y la situación, así como la acción de vestido-desvestido.
  • Alimentación. Va desde el reconocimiento de los cubiertos hasta la capacidad de llevar el cubierto del plato a la boca.
  • Control de esfínteres. Implica el control completo del vaciado voluntario de la vejiga urinaria y del intestino.
  • Uso del inodoro. Incluye ir al sanitario, posición en el inodoro y limpieza de la zona.
  • Movilidad funcional. Cuando la persona puede moverse de una posición a otra.

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