Meningitis en el adulto mayor Parte 2 - Vida Abuelo

Meningitis en el adulto mayor Parte 2

– Parte 2 de 3

Hola amigos, ¿cómo están? Espero que estén de maravilla, continúo con el tema de la semana: la meningitis en el adulto mayor. En esta parte voy a hablarles específicamente de los factores de riesgo, del cuadro clínico y del diagnóstico de este padecimiento. Espero que esta información sea de gran ayuda para ustedes. Saludos.

 

* Factores de riesgo

Los factores de riesgo más frecuentes para la meningitis son los que se muestran a continuación:

  • Edad. Los bebés tienen mayor riesgo de presentar meningitis bacteriana en comparación con las personas de otros grupos de edad. Sin embargo, las personas de todas las edades pueden presentar meningitis bacteriana. Las personas de la tercera edad son más propensas a contraerla, al igual que los bebés, porque tienen las defensas bajas y requieren la producción de anticuerpos para poder combatirla.
  • El entorno. Las enfermedades infecciosas tienden a transmitirse cuando se reúnen grupos grandes de personas.
  • Ciertos problemas médicos. Pacientes inmunosuprimidos, con alteraciones renales, coma prediabético, con alguna enfermedad crónica, recibiendo quimioterapia o radioterapia.
  • Viajes. Los viajeros que visitan el cinturón de la meningitis en el África subsahariana, particularmente durante la temporada seca, o que van a la Meca durante los peregrinajes anuales de hach y umra están en mayor riesgo de contraer la meningitis meningocócica.

 

* Cuadro clínico

La triada clásica conformada por náusea, vómitos y rigidez nucal se presenta en menos de 30% de los pacientes.

Las características clásicas de la afección meníngea se producen con menor frecuencia y sólo un 50% de estos pacientes presenta síntomas meníngeos (rigidez de nuca, fiebre alta, dolor de cabeza, sensibilidad a la luz), y son frecuentes otros síntomas más inespecíficos, como la alteración del estado mental (confusión o dificultad para concentrarse) o las convulsiones.

 

* Diagnóstico

La meningitis en el adulto mayor es más difícil de diagnosticar que en los otros grupos etáreos, debido a que en ocasiones no presenta síntomas evidentes como rigidez en la nuca y dolor de cabeza y, en algunos casos tampoco se distinguen alteraciones en el sistema neurológico. Por ello, es vital acudir al médico apenas se sospeche de la presencia de la enfermedad en personas de la tercera edad.

El médico puede diagnosticar la meningitis en función de la historia clínica, un examen físico y algunos análisis de diagnóstico. Durante el análisis, el médico suele buscar signos de infección alrededor de la cabeza, los oídos, la garganta y la piel que está sobre la columna vertebral.

Algunas pruebas de análisis de diagnóstico son:

  • Hemocultivo. Son muestras de sangre que se estudian para ver si se desarrollan microorganismos, en especial, bacterias.
  • Estudios de imagen. Las exploraciones por tomografía computarizada o el diagnóstico por imágenes con resonancia magnética de la cabeza pueden mostrar la inflamación.
  • Punción lumbar. Si se desea alcanzar un diagnóstico definitivo de meningitis, es necesario hacer una punción en la parte baja de la espalda, en la región lumbar, para extraer el líquido cefalorraquídeo. En aquellas personas que tienen meningitis, presentan un nivel bajo de azúcar (glucosa) con un aumento de los glóbulos blancos y de la proteína en la muestra.

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