importancia bloqueador solar, bloqueador solar, protector solar

La importancia del bloqueador solar. Parte 1.

– Parte 1 de 3

Hola amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que estén de maravilla, porque en esta ocasión hablaré acerca de un tema que les va a ser de mucha ayuda, sobre todo, en esta temporada de alta temperatura. Es acerca del bloqueador solar. En esta primera parte les voy a dar una introducción acerca de los rayos del sol y como puede adelantar el envejecimiento de la piel. Saludos.

 

El sol envía diferentes clases de radiaciones, entre las que hay que destacar los rayos ultravioleta y los infrarrojos, responsables de efectos beneficiosos y dañinos sobre la piel.

Existen dos tipos de radiaciones ultravioleta que llegan hasta la superficie de la piel:

  • Rayos ultravioleta tipo B (UVB). Se caracterizan por una longitud de onda entre 290 y 320 nm. Son las radiaciones de mayor energía, pero penetran poco en la piel. Son responsables del eritema o enrojecimiento y desencadenan el proceso del verdadero bronceado.
  • Rayos ultravioleta tipo A (UVA). Tienen una longitud de onda entre 320 y 400 nm. Poseen menor energía, pero penetran más profundamente en la piel, son responsables de la aparición de la pigmentación inmediata, juegan un papel esencial en el desencadenamiento de las alergias solares, de las reacciones fototóxicas y a largo plazo del fotoenvejecimiento de la piel.

Las radiaciones infrarrojas, con una longitud de onda superior a 760 nm, producen un efecto calórico y parece que pueden potenciar los efectos negativos de las UVB y UVA.

 

El fotoenvejecimiento o envejecimiento de la piel debido a causas externas, a diferencia del cronológico se caracteriza por una piel áspera, seca y apergaminada, sin elasticidad, con arrugas profundas y gruesas, teleangiectasias (también llamadas arañas vasculares, son dilataciones de capilares pequeños y de los vasos superficiales, lesiones de color rojo brillante), léntigos (pigmentación de la piel consistente en pequeñas manchas marrones redondeadas) y alteraciones de la pigmentación.

Estas lesiones aparecen como consecuencia de exposiciones repetidas y prolongadas al sol, sobre todo radiación ultravioleta de tipo A. Las zonas expuestas son las más afectadas como cara, cuello, escote, nuca y dorso de manos. Su intensidad depende del fototipo de piel y la dosis total de radiación acumulada a lo largo de la vida.

Categorías: Artículos, Blog

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Regístrate al Boletín

NuevosProductos