– Parte 3 de 3
Hola amigos, ¿Cómo están el día de hoy? Espero que estén muy bien, porque el día de hoy voy a concluir el tema de la semana: la hipertrigliceridemia. En este último apartado les voy a hablar del diagnóstico, tratamiento y la prevención de este padecimiento. Espero que esta información sea de gran importancia para ustedes. Saludos.
* Diagnóstico
El médico le hará una historia clínica, una exploración y diagnosticará su afección mediante un simple análisis de sangre. Antes del análisis de sangre, el paciente debe realizar un ayuno de 12 horas, ya que cualquier alimento que ingiera puede afectar el resultado. Este examen es llamado lipidograma o perfil de lípidos.
Aunque los niveles de triglicéridos varían con la edad, se considera que un nivel es «normal» si es menor que 150 mg/dL.
La determinación de la apolipoproteína B (es una proteína implicada en el metabolismo de los lípidos) sirve para distinguir la hiperlipidemia familiar combinada de la hipertrigliceridemia familiar. Los valores de apolipoproteína B son mayores en la hiperlipidemia familiar combinada y menores en la hipertrigliceridemia familiar.
* Tratamiento
El tratamiento no farmacológico consiste en lo siguiente:
En caso de hipertrigliceridemia grave, que el paciente tenga elevado riesgo cardiovascular global o haya fallado el tratamiento conservador, pueden usarse varios fármacos para controlar la dislipidemia y reducir el riesgo cardiovascular. El tratamiento farmacológico se muestra a continuación:
* Prevención
Las dislipidemias son prevenibles; a excepción de las de origen genético o primarias.
Lo que hay que realizar es combatir a los factores de riesgo modificables, y hay que hacerlo de la siguiente manera:
La prevalencia de la hipertrigliceridemia está en aumento, por el envejecimiento de la población, el sedentarismo, la diabetes mellitus y la obesidad. Por lo que es de vital importancia el tratamiento y control de los triglicéridos y resto de lípidos sanguíneos.