– Parte 3 de 3
Hola amigos, ¿cómo va su día? En esta ocasión voy a concluir el artículo de la semana hablando acerca de la fisiología en personas de la tercera edad. Espero que esta información sea de gran utilidad para ustedes. Saludos.
Hueso. Hay pérdida de balance entre la formación y resorción ósea a partir de la edad media. Es más frecuente y más acelerada en mujeres en postmenopausia.
Articulaciones sinoviales. Ocurre lo siguiente:
Pérdida de las siguientes sensaciones:
Oído. Hay pérdida de audición de sonidos de alta frecuencia y pérdida asociativa central para distinguir palabras del sonido de fondo.
Visión. Presbiopía. Pérdida de capacidad de acomodación
Enfermedades asociadas a la edad:
Gusto. Disminuye la capacidad para distinguir sabores. Existen además problemas dentales relacionados con el paso de los años.
Funciones motoras. Tiempo de reacción lento. Del inicio del estímulo a la acción motora y deterioro de la capacidad para mantener postura y balance.
Funciones cognitivas. Los cambios reflejan el enlentecimiento de las funciones centrales. La inteligencia cristalizada mejora. Es el conjunto de capacidades, estrategias y conocimientos que constituyen el grado de desarrollo cognitivo logrado mediante la historia de aprendizaje de una persona. La inteligencia fluida se deteriora. Se refiere a la capacidad de adquirir nuevos conceptos y de adaptarse a las nuevas situaciones. La memoria reciente disminuye.
Se tiene conocimiento que la vejez en los seres humanos es la etapa final del ciclo de vida que inicia a los 65 años y termina con la muerte. Sin embargo, dada la considerable heterogeneidad de la población de la tercera edad y la complejidad del proceso fisiológico, es difícil circunscribir los límites fisiológicos en términos temporales. Los viejos jóvenes (65 a 75 años) son similares en términos fisiológicos a los grupos etarios más jóvenes y los cambios de relevancia clínica ocurren después de los 75 años de edad.