Fibrilación auricular en el adulto mayor. Parte 2.

'- Parte 2 de 3

Hola amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que muy bien, ya que en esta ocasión les voy a hablar especialmente de los síntomas y complicaciones de la fibrilación auricular. Espero que esta información les interese y sea de gran ayuda para ustedes. Saludos.

 

* Síntomas

La fibrilación auricular no da síntomas en todos los pacientes. Pero en caso de que la persona presente síntomas, los más frecuentes son los que muestran a continuación:

• Son sensaciones de latidos cardíacos que se perciben como si el corazón estuviera latiendo con violencia o acelerado. Pueden sentirse en el pecho, la garganta o el cuello. Usted puede tener conciencia desagradable de sus propios latidos y/o sentir como si los latidos se saltaran o se detuvieran. El ritmo cardíaco puede ser normal o anormal cuando se tienen palpitaciones.
• Cansancio al momento de hacer alguna actividad física.
• Dolor en el pecho.
• Sensación de mareo.
• Es una dificultad respiratoria que se suele traducir en falta de aire.
• Confusión.

 

* Complicaciones

Una cosa que debemos tener de saber es que con un tratamiento y seguimiento adecuado, el pronóstico de la fibrilación auricular es bueno y las complicaciones poco frecuentes.

 

La complicación más común es la embolia que deriva de la acumulación de sangre en las aurículas debido a la falta de contracción del corazón, por lo tanto se empiezan a formar coágulos y éstos se pueden desprender y viajar por los vasos sanguíneos del cuerpo, cuando los coágulos empiezan a moverse a través de la circulación se denominan émbolos. Los primeros vasos que hay tras la salida del corazón son los que se dirigen al cerebro, por ello es frecuente que los émbolos acaben obstruyendo un vaso cerebral dando lugar a un infarto cerebral.

 

Cuando el riesgo de embolia se considera elevado, el paciente debe tratarse con medicamentos anticoagulantes. Cuando el riesgo es bajo, puede tratarse sólo con aspirina.

El riesgo se incrementa con la edad y llega a ser del 5% anual en personas de 80 a 89 años.