Erisipela. Parte 3.
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Hola amigos, espero que el día de hoy hayan amanecido de maravilla. Hoy concluyo con el artículo de la semana: la erisipela. Voy a centrarme en el diagnóstico y tratamiento. Espero que esta información les parezca interesante. Saludos.
* Diagnóstico
El diagnóstico de la erisipela es hecho por un médico general o dermatólogo, a través de la observación de los síntomas de la enfermedad, no habiendo necesidad de realizar otros exámenes específicos.
De esta forma, desde que los primeros síntomas surgen es importante ir al médico para que la enfermedad pueda ser identificada y tratada lo más rápido posible para evitar complicaciones como linfedema, filariasis o infección generalizada.
Aunque es poco rentable (10%-35% de casos), debe realizarse estudio microbiológico dirigido a la identificación del agente causal y de su patrón de sensibilidad a antibióticos. Éste se llevará a cabo con muestras obtenidas por aspiración de exudados con jeringuilla o biopsia de tejidos (borde inflamado de la lesión), procediéndose a la visualización directa al microscopio tras tinción de Gram y al cultivo bacteriano.
* Tratamiento
La inmovilización y elevación de la zona afectada disminuye el edema y la hinchazón local. Los fomentos con compresas frías de suero salino fisiológico estéril mejoran el dolor local y son astringentes en presencia de ampollas.
Debe instaurarse un tratamiento antibiótico empírico inicial, susceptible de ser modificado posteriormente según la evolución del proceso y/o los resultados del estudio microbiológico.
Los antibióticos via intravenosa pueden ser realizados en situaciones más extensas o cuando la infección alcanza la circulación sanguínea, como ocurre en la septicemia. Cuando el problema es erisipela bullosa, además del uso de antibióticos, también puede ser necesario el uso de cremas para colocar sobre la piel afectada y mejorar los síntomas, generalmente estas cremas contienen en su composición ácido fusídico o sulfadiazina de plata.