Delirium Parte 2 | Trastorno agudo de la atención y la cognición

Delirium Parte 2

– Parte 2 de 3

Hola amigos, ¿qué tal su día? Espero que muy bien. Ya que en esta ocasión les voy a seguir hablando acerca del artículo de la semana: el delirium. En esta parte les voy a mostrar los factores de riesgo y síntomas de este padecimiento. Espero que esta información sea de gran utilidad para ustedes. Saludos y que tengan un excelente día.

 

* Factores de riesgo

Como ya se ha señalado, el delirium o síndrome confusional agudo es muy frecuente que se produzca tras el ingreso en el hospital del paciente, ya que puede ser inducido por múltiples factores de riesgo. Por lo tanto, estos factores que predisponen a este padecimiento son los que se muestran a continuación:

  • Edad mayor de 75 años. A mayor edad mayor riesgo.
  • Demencia previa.
  • Desnutrición/malnutrición.
  • Que esté la persona hospitalizada y cuánto tiempo tiene de estancia hospitalaria.
  • Polifarmacia. Es el uso de múltiples medicamentos por un paciente.
  • Abuso de alcohol.
  • Pérdida de la visión y/o audición.
  • Historia previa de múltiples enfermedades coexistentes. Evento vascular cerebral, historia de enfermedad neurológica previa, depresión, ansiedad, enfermedad renal crónica, enfermedad hepática.
  • Severidad de la enfermedad médica que tenga el paciente.

 

* Cuadro clínico

El cuadro de delirium puede durar, días, semanas o meses e incluso no llegar a desaparecer, dependiendo de la causa que lo desencadene. De hecho, el síndrome confusional agudo está considerado como un importante factor de riesgo de sufrir una demencia, hasta el punto de que en muchas ocasiones puede ser consecuencia del agravamiento de un deterioro cognitivo incipiente.

La persona con delirium va a presentar los siguientes síntomas:

  • Alteración en la atención. Puede estar disminuida, no la puede sostener. Se desarrolla en un período de tiempo corto (horas a días).
  • Tiene alteración en alguna función cognoscitiva. Ya sea problemas de memoria, desorientación, alteración del lenguaje, en el espacio, alteraciones en la percepción, etcétera.
  • Alteraciones en el comportamiento como hipoactividad o hiperactividad.
  • Problemas para dormir.
  • Cambios emocionales. Por ejemplo, el miedo, depresión, euforia.

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