Cómo evitar la resequedad de la piel Parte 1

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Hola amigos, ¿cómo están? Espero que estén muy bien porque el día de hoy daré inicio al artículo de la semana: cómo evitar la resequedad de la piel. En esta primera parte voy a darles una introducción, así como algunos consejos para este problema. Espero que esta información sea de gran utilidad para ustedes. Saludos.

 

A pesar de encargarse de proteger los músculos, la piel tiene cierta debilidad ante algunos factores los cuales la hacen mucho más frágil, inestable y, paulatinamente, deteriorada.

La acción de los radicales libres es uno de los principales incidentes en la afectación de los tejidos cutáneos.

Asimismo, el clima también determina cuán estable se encuentre la piel, ya sea durante el frío como en épocas de calor.

La resequedad, por su parte, es un indicador de que algo no anda muy bien en el organismo especialmente en la piel.

Las alteraciones en el clima pueden generar la activación de diversos mecanismos de defensa, encargados de mantener el equilibrio en órganos, también en el caso de la piel.

No obstante, condiciones extremas de estos, sumadas a otros factores, pueden llevar a una inestabilidad cutánea y provocar la aparición de la ya mencionada resequedad.

 

Una piel bien hidratada se caracteriza por ser suave al tacto, tener un brillo saludable y tener un aspecto uniforme o «liso». Esto se puede traducir en un cutis atractivo.

En cambio, una piel deshidratada, reseca, descamada, lucirá mucho más avejentada de lo que pueda ser realmente. Además, presentará mayor tendencia a las heridas y la aparición de imperfecciones.

Por esta razón, es recomendable aprender a cuidar la piel a diario y mantener unos buenos hábitos que favorezcan la salud y la apariencia.

 

Algunas recomendaciones son las siguientes:

• Para evitar la resequedad la idea no es hidratar en exceso, sino hacerlo varias veces al día. Así nos aseguraremos de mantener el equilibrio y la dermis bien humectada.
• La idea es regularse un poco, no exagerar del calor ofrecido por la ducha, y, sobre todo, procurar permanecer en ella menos de 10 minutos.
• Al momento de tomar un baño, unas de las herramientas principales es el jabón. Se emplea para asear el cuerpo pero, utilizándolo demasiado, es posible que tenga efectos negativos en la piel.