Comezón en la vejez Parte 1
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Hola amigos, ¿cómo va su día? El día de hoy les tengo un tema muy interesante para todos ustedes: la comezón en la vejez. En esta primera parte voy a darles una introducción sobre este problema. Espero que esta información les sea de gran utilidad. Saludos.
El prurito o picor es una sensación desagradable que produce el deseo de rascarse. Es un síntoma preocupante que además de causar molestias, pone en peligro la eficacia de la piel como barrera de protección.
El prurito generalizado en el adulto mayor es uno y quizás el primer motivo de consulta en dermatología en este grupo de edad. A partir de este síntoma se inicia un auténtico proceso científico para poder concluir en un diagnóstico definitivo y su tratamiento consecuente.
Aproximadamente el 50% de las personas de 70 o más años de edad experimentan frecuentes brotes de prurito o comezón.
Es un síntoma muy común en los adultos mayores. En el 50% de los casos, este síntoma está relacionado con alguna enfermedad.
La piel, que constituye el 15% del peso total del cuerpo, tiene varias funciones además de la de constituir una barrera protectora frente a las agresiones del medio ambiente: a través del sentido del tacto, es esencial para la comunicación y también es un componente importante de la imagen de un individuo. Los síntomas de un picor generalizado con o sin lesiones cutáneas pueden estar relacionados con un gran número de patologías, desde una sequedad de la piel hasta un carcinoma, por lo que su etiología debe ser explorada.
La histamina (es una sustancia que cuando es liberada en la piel estimula también ciertas terminaciones nerviosas) es el mediador clásico del prurito, pero también están involucrados la sustancia P, prostaglandinas, serotonina, leucotrienos, proteasas, péptidos, somatostatina, opiáceos. Por este motivo, se utiliza algunas veces un tratamiento con antihistamínicos. El uso de corticoterapia sistémica está reservado para un muy reducido grupo de pacientes en el que hayan fracasado todos los demás tratamientos. Depende de la causa que provoque este síntoma será el medicamento que tomará el adulto mayor.