Accidentes en la tercera edad Parte 3

– Parte 3 de 3

Hola amigos, ¿Cómo están? Espero que estén muy bien, porque el día de hoy voy a concluir el tema de la semana: los accidentes en la tercera edad. Espero que tomen en cuenta esta información y les sea de gran ayuda. Saludos.

 

* Envenenamiento

• El envenenamiento puede causar un colapso, vómito y respiración agitada.

 

• Busque algún envase que le indique lo que la persona ingirió revise la boca para ver si hay quemaduras u olor extraño en el aliento.

 

• Administre a la persona agua o leche en sorbos pequeños, esto hace que se diluya el veneno.

 

• Verifique si la persona está respirando y prepárese en caso de shock.

 

 

* Shock

• El estado de shock se define como una situación en la que por alguna circunstancia el volumen sanguíneo circulante no es suficiente para satisfacer la demanda de oxígeno de nuestro cuerpo.

 

• Los síntomas de shock incluyen comportamiento confuso, latidos del corazón y  respiración alterados; temblores,  debilidad, piel fría y húmeda, labios o uñas pálidas o azuladas,  pupilas dilatadas.

 

• Por mientras de que llegue la ayuda médica, haga que la persona se acueste, levante sus piernas a 30 centímetros del suelo, si no hay lesiones manténgale en calma.

 

• Si sangra por la boca o vomita, gírela a un lado para que el líquido pueda salir de la boca.

 

• NO lo cubra con cobijas.

 

 

* Hemorragia

• Una hemorragia es cualquiera sangrado, no toda hemorragia es visible.

 

• Lo mejor que puede realizar ante esta situación es sujetar un trapo limpio sobre la herida y haga presión directa con fuerza sobre la hemorragia.

 

• Si la hemorragia es causada por una herida con algún objeto atravesado, la presión se aplica a los lados del objeto SIN extraerlo, por la lesión que pueda causar al sacarlo.

 

 

Los adultos mayores son muy propensos a sufrir accidentes. Es por eso que son importantes estos conocimientos para poder ofrecer una ayuda eficaz a las personas de la tercera edad que sufran una situación de emergencia, ya sea por los cambios físicos y psíquicos que se pueden ir produciendo en la vejez, o agravados por ésta.