
Síndrome de intestino irritable Parte 3
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Hola amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que estén muy bien, porque el día de hoy voy a concluir el tema de la semana: el síndrome de intestino irritable. En este último apartado les voy a hablar del diagnóstico y tratamiento de este padecimiento. Espero que esta información sea de gran importancia para ustedes. Saludos.
* Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome del intestino irritable no es fácil. Debido a esto el médico se puede basar en los criterios de Roma III que indica que el dolor abdominal debe reaparecer al menos 3 días al mes durante los últimos 3 meses, además de dos o más de los siguientes síntomas:
- Mejora de los síntomas tras la evacuación.
- Aparición del dolor abdominal tras un cambio en la frecuencia de las heces.
- Aparición del dolor abdominal tras un cambio en la forma o en la apariencia de las heces.
- Los síntomas deben empezar por lo menos 6 meses antes del diagnóstico.
En algunas ocasiones puede solicitar otros estudios para descartar otras causas de los síntomas que presente el paciente. Estos son los que se muestran a continuación:
- Hemograma. Es un examen de sangre que permite realizar un recuento sanguíneo de las tres células principales: glóbulos blancos, glóbulos rojos y plaquetas.
- Colonoscopía. El médico usa un tubo flexible pequeño para examinar la longitud total del colon.
- Pruebas de intolerancia a la lactosa. El médico puede pedirte que elimines la leche y los productos lácteos de tu dieta por varias semanas.
- Análisis de heces. Podrían examinarse las heces en busca de bacterias o parásitos, o de un líquido digestivo producido en el hígado (ácido biliar) en caso de diarrea crónica.
* Tratamiento
El principal objetivo de cualquier intervención terapéutica en un paciente con síndrome de intestino irritable debe ser la mejoría de la calidad de vida.
Las recomendaciones terapéuticas son:
- Dieta. Intervenir sobre la dieta puede resultar clave cuando el origen de los síntomas guarda relación con una intolerancia a la lactosa o la fructosa o una “sensibilidad al gluten”. Estudios en adultos con fibra soluble han demostrado mejoría el dolor abdominal y del hábito intestinal.
- Ejercicio físico regular.
- Terapias psicosociales. Determinados pacientes con síntomas graves pueden beneficiarse de terapias cognitivo-conductuales o psicodinámicas
En cuanto al tratamiento farmacológico se aconseja lo siguiente:
- Síndrome de intestino irritable con predominio de la diarrea. Se puede utilizar la loperamida.
- Síndrome de intestino irritable con predominio de dolor abdominal. Se pueden utilizar agentes antiespasmódicos.
El síndrome de intestino irritable es una enfermedad intestinal que provoca dolores abdominales y cambios en el tránsito intestinal, alternando períodos de estreñimiento con descomposición o diarrea. La mayoría de las veces el diagnóstico se establece con base en criterios clínicos y el tratamiento es multidisciplinario.