Relación de diabetes e hígado graso. Parte 2.
– Parte 2 de 3
Hola amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que estén muy bien, sigo con el tema de la semana: la relación de diabetes e hígado graso. En esta ocasión voy a hablarles específicamente sobre las medidas del estilo de vida que se pueden modificar para evitar este padecimiento. Es de gran importancia que pongan especial atención en este tema. Saludos.
La identificación temprana de las personas que padecen diabetes mellitus tipo 2 metabólicamente complejos y con mayor riesgo de desarrollar complicaciones previsiblemente ayudaría a mejorar su pronóstico mediante una intervención individualizada e integral. Por tanto, es importante que los médicos que tratan a estos pacientes sean conscientes de la alta probabilidad de que sus pacientes con diabetes mellitus tipo 2 sufran hígado graso y de la necesidad de utilizar las estrategias que permitan su diagnóstico y seguimiento adecuados, y de proporcionarles el tratamiento más apropiado y adaptado a su situación clínica.
En cuanto al manejo de estos padecimientos, existen distintas medidas, el médico es el que va a decidir la mejor opción, dependiendo de la situación del paciente.
Una de las medidas más importantes es la alimentación y cambios de estilo de vida. Los programas estructurados destinados a modificar el estilo de vida en el sentido de mantener una alimentación saludable y realizar una actividad física habitual son aconsejables En las personas con sobrepeso/obesidad, el objetivo es una reducción de peso del 7-10%, este descenso mantenido ha demostrado mejoría de las enzimas hepáticas y la histología. Tanto el ejercicio aeróbico como el entrenamiento de resistencia reducen de manera eficaz la grasa hepática (150 a 200 min por semana). La elección del entrenamiento debe individualizarse en función de las preferencias de los pacientes, con objetivo de mantenerlo a largo plazo embargo.