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Quiste pilonidal Parte 2

– Parte 2 de 3

Buenos días amigos, ¿cómo amanecieron? Espero que muy bien, porque el día de hoy voy a seguir con el tema de la semana: el quiste pilonidal. En esta parte voy a hablar de las causas, la clasificación y el cuadro clínico asociado a este padecimiento. Espero que les parezca interesante. Saludos.

 

* Causas

El quiste pilonidal está causado por un cabello que lesiona la piel. La fricción y la presión, la piel que se roza, las vestimentas ajustadas, el ciclismo, estar sentado durante largos períodos o factores similares, fuerzan el vello a introducirse en la piel. El organismo crea un quiste alrededor del vello en respuesta a este como una sustancia extraña.

 

* Clasificación

Podemos clasificar la enfermedad pilonidal según su grado de evolución en:

  • Enfermedad pilonidal asintomática. Se puede observar orificios puntiformes en la zona sacrococcígea por donde pueden salir a exterior varios pelos.
  • Enfermedad pilonidal aguda. Presenta signos y síntomas de inflamación.
  • Enfermedad pilonidal crónica. Presenta fistulas que drenan pus y pelo.

 

* Síntomas

Los quistes pilonidales suelen permanecer asintomáticos, pudiendo descubrirse de forma accidental cuando aparecen pequeños orificios por los que emergen formaciones pilosas en el espacio comprendido entre ambos glúteos, línea media del sacro.

Un quiste pilonidal se convierte en una masa hinchada (absceso) cuando se infecta. Los signos y síntomas de un quiste pilonidal infectado son los siguientes:

  • Dolor. Los quistes pilonidales pueden ser muy dolorosos y molestos.
  • Enrojecimiento de la piel.
  • Supuración de pus o de sangre en una abertura de la piel.
  • Olor desagradable del pus que supura.

El quiste pilonidal puede ser único o múltiple. En la gran mayoría de casos, el quiste crece hacia arriba y solo en muy pocos casos, aproximadamente un 7 por ciento, lo hace en dirección caudal, hacia abajo, con lo que puede llegar a producir una fistula anal. Es una enfermedad recurrente, por lo que no es extraño que pueda reaparecer otra vez incluso tras haber aplicado cirugía. Además, es importante que los pacientes cuiden la zona, manteniéndola limpia, seca y sin vello.

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