Obesidad en la tercera edad. Parte 2.

– Parte 2 de 3

Hola amigos, ¿cómo va su día? Espero que vaya muy bien, ya que el día de hoy voy a seguir con el tema de la semana: la obesidad en el adulto mayor. A continuación me voy a enfocar en las posibles causas de la obesidad. Espero que toda la información que les estoy proporcionando les sea de gran utilidad. Saludos y que tengan un excelente día.

Causas:

La obesidad se debe a un desbalance entre la ingesta y el gasto de energía sostenida en el tiempo.

En el adulto mayor son varios los factores que influyen en este proceso. A medida que envejecemos hay un incremento de la masa grasa y una reducción de la masa magra o no grasa. Esto disminuye el metabolismo basal y una menor demanda energética.

Además el gasto por actividad física se encuentra disminuido debido a que comúnmente el adulto realiza una menor actividad ya sea porque está aislado, tiene menos contacto social o puede tener alguna discapacidad. Todo esto predispone a la acumulación de grasa en adipocitos (son células especializadas en almacenar energía en forma de grasa).

Algunas de las causas más importantes de la obesidad son:

• Factores genéticos. Cada vez se acumula más evidencia sobre la función de la carga genética en el desarrollo de la obesidad. La evidencia indica que en algunas familias se llega a dar la susceptibilidad a la obesidad. El descubrimiento en humanos del llamado gen de la obesidad o “gen ob” ha cambiado la noción sobre la función de la herencia en el desarrollo de la obesidad. Este gen codifica la proteína leptina en los adipocitos. Los sujetos obesos con concentraciones elevadas de leptina circulante pueden ser resistentes al efecto de saciedad que normalmente imparte la leptina. Esta situación se asemeja a la de la resistencia a la insulina en la diabetes.

• Estilo de vida. Las comidas altas en calorías y bajas en nutrientes, el aumento en la ingestión de grasas saturadas y la disminución en el aporte de comidas sanas, como los vegetales, frutas, pescado y cereales.

• Factores económicos. En un estudio se observó que los individuos que se encuentran por debajo de la línea de pobreza extrema tienen una mayor prevalencia de obesidad. Aunque la abundancia económica aumenta la vida sedentaria al disponerse de medios de transporte, elevadores, equipos electrodomésticos diversos, incluido el uso del control remoto y el tiempo destinado a ver televisión o trabajar en el computadora y este estilo de vida favorece el desarrollo de obesidad.