Litiasis biliar. Parte 2. - Vida Abuelo

Litiasis biliar. Parte 2.

– Parte 2 de 3

Hola amigos, ¿cómo están? Espero que estén muy bien, ya que el día de hoy voy a continuar con el artículo de la semana. En esta parte les voy a presentar los síntomas y el diagnóstico de la enfermedad. Espero que tomen en cuenta esta información. Saludos.

 

  • Síntomas

Algunas personas con cálculos biliares no tienen ningún síntoma, pero en caso de que presenten síntomas, éstos son los siguientes:

  • El cólico biliar. Constituye el síntoma principal de la litiasis. Es un dolor intenso, generalmente continuo, localizado preferentemente en el lado derecho del abdomen, debajo de las costillas, e irradiado a espalda y hombro de la porción derecha. Dura de una a cuatro horas. Suele desencadenarse una o dos horas después de la ingesta y sobre todo tras comidas ricas en grasas, aunque no es infrecuente su aparición sin relación con la toma de alimentos.

 

  • Vómitos y náuseas.

 

  • Es la coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica (es la pared exterior blanca del ojo).

 

  • Heces color arcilla

 

  • Diagnóstico

Para empezar hay que saber que un buen interrogatorio y la exploración física que realiza el médico es importante para el diagnóstico de este padecimiento.

Los exámenes empleados para detectar la presencia de cálculos biliares o inflamación de la vesícula biliar abarcan:

  • Ecografía abdominal. Es el método más utilizado tanto para el diagnóstico como para valorar las posibles complicaciones. Es una técnica de bajo costo, no agresiva, rápida, sin apenas contraindicaciones y con alta efectividad. Gracias a la ecografía se descartará cualquier otra patología y podrán obtenerse datos acerca del número, tamaño y composición de los cálculos, así como su localización en la vesícula o en los conductos.
  • Tomografía computarizada abdominal.
  • Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Se introduce un colorante por un tubo a través del intestino y se va a detectar por medio de una radiografía.
  • Colangiografía transhepática percutánea (CTHP).

 

El médico también puede solicitar un análisis sanguíneo para medir:

  • Los niveles de bilirrubina en sangre.
  • Pruebas de la función hepática.

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