La soledad en el adulto mayor Parte 3 - Vida Abuelo

La soledad en el adulto mayor Parte 3

– Parte 3 de 3

Hola amigos, ¿Cómo va su fin de semana? Espero que vaya excelente, porque el día de hoy concluyo con el artículo de la semana: la soledad en el adulto mayor que se bañe. En esta última parte voy a mencionarles algunas recomendaciones que pueden ser de gran ayuda para evitar la soledad de nuestros queridos mayores. Saludos.

 

Estos son consejos que pueden tomar en cuenta los cuidadores, familiares o gente cercana al adulto mayor:

  • Buscar soporte. El adulto mayor debe saber que superar la soledad no es tarea sencilla y es debido a esto que merece la pena no rechazar cualquier ayuda disponible, sobre todo buscar en los familiares y amigos, ya que contribuye a romper ese sentimiento de soledad. Hablar sobre cómo nos sentimos es una actividad que puede llegar a ser terapéutica y, por otro lado, nos acerca a posibles soluciones a las que antes no teníamos acceso.
  • Iniciar o retomar alguna actividad. Esto puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, además de que facilita la convivencia con quienes poseen aficiones similares.
  • Pensar que no hay nada que perder. El miedo al rechazo es un freno para entablar nuevas amistades o amores.
  • Instituciones centradas en el voluntariado. Éstas tienen como objetivo acompañar a las personas mayores que viven solas. En ese caso, aquella persona que lo necesite puede ponerse en contacto con la bolsa de voluntariado de su ciudad para demandar la ayuda de un voluntario. El hecho de recibir una visita semanal sirve de estímulo y de apoyo para aquellas personas que viven solas.

 

 

En la tercera edad es común experimentar una serie de vivencias y cambios que pueden ayudar a la aparición del sentimiento de soledad, ya sea que sufren de aislamiento por parte de su familia y seres queridos. Se han hecho investigaciones y se ha encontrado que la soledad se asocia a problemas físicos como emocionales. Es debido a esto que si a pesar de todo no se tienen fuerzas ni tranquilidad para afrontar el problema, no hay que dudar en consultar a un psicólogo o psiquiatra a fin de que ayude a un benéfico reencuentro con uno mismo para, posteriormente, poder comunicarnos adecuadamente con nuestros semejantes.

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