La importancia del calcio y la vitamina D en la tercera edad Parte 1 -

La importancia del calcio y la vitamina D en la tercera edad Parte 1

– Parte 1 de 3

Hola amigos, ¿Cómo amanecieron? Espero que de maravilla, porque el día de hoy voy a hablarles de un tema muy interesante: la importancia de calcio y la vitamina D en la tercera edad. En esta primera parte voy a darles una introducción acerca del tema. Espero que les sea de gran ayuda para ustedes. Saludos.

Los alimentos contienen una gran variedad de vitaminas, minerales y otros nutrientes importantes que ayudan a mantener el cuerpo sano. Para tener huesos fuertes se necesitan dos nutrientes en especial: el calcio y la vitamina D.

 

La absorción de calcio en el adulto joven  se mantiene bastante estable aunque el consumo varíe ampliamente. Al pasar los años, el organismo va envejeciendo,  la situación de equilibrio se deteriora y se vuelve imperativo mantener un aporte adecuado de este mineral. La disminución de las hormonas sexuales, y otros cambios asociados a la edad, conducen a una disminución de la masa magra total (está constituida principalmente por los músculos), y por tanto de la masa ósea en ambos sexos. En el caso de la mujer, cuando llega la menopausia los estrógenos disminuyen, y esto da como consecuencia que la mujer postmenopáusica tenga una pérdida de aproximadamente un 15% de su masa ósea.

La menor actividad física en el adulto mayor es responsable de un 6% de pérdida de hueso, y si la dieta es deficiente en calcio y vitamina D se va a producir un 16% adicional de pérdida de masa ósea en personas de edad avanzada.

Un aspecto de gran importancia que deben tomar en cuenta los adultos mayores es que deben de tratar de mantener hábitos saludables desde edades más tempranas, ya que la pérdida de masa ósea asociada a deficiencias nutricionales graves o a inactividad es espectacular, comparada con la ganancia de hueso que se consigue en un individuo cuando aumenta la actividad física, y por lo tanto su fuerza muscular.

 

La población geriátrica está aumentando progresivamente como consecuencia de la mejoría de la esperanza de vida. Debido a esta razón, debemos enfocarnos en su alimentación, ya que los adultos mayores son un grupo con riesgo de desnutrición debido a una serie de cambios fisiológicos, sociales, económicos y psicológicos relacionados con el proceso de envejecimiento. Esta malnutrición favorece la aparición de enfermedades que a su vez repercutirán negativamente en el estado nutricional de la persona, creándose de esta manera un círculo vicioso.

Categorías: Artículos, Blog

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Regístrate al Boletín

NuevosProductos