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Hidratación en los mayores Parte 3

– Parte 3 de 3

Hola amigos, ¿cómo están? Espero que el día de hoy estén de maravilla. Hoy concluyo con el artículo de la semana: la hidratación en los mayores. En esta parte en específico les voy a hablar de los síntomas que pueden tener la gente de edad avanzada al estar deshidratado, además voy a decirles cómo los mayores pueden prevenir estar en ese estado y tener una adecuada hidratación. Espero que les pueda servir esta información. Saludos.

 

* Cuadro clínico

Una persona de edad avanzada va a tener un cuadro clínico más grave que la persona joven. Algunos de los síntomas que puede presentar la persona mayor en caso de estar en un estado de deshidratación son: confusión mental, dolor de cabeza, irritabilidad, aumento de la temperatura corporal, presión baja, la frecuencia cardíaca aumenta, poca cantidad de orina y mucosa oral y sublingual va a estar seca.

 

* Prevención

La prevención de la deshidratación en los adultos mayores se basa principalmente en garantizar una adecuada ingesta de líquidos. La concienciación de los mayores, de sus familias y de sus cuidadores respecto a la gravedad de la deshidratación y de sus factores de riesgo es fundamental para prevenir la deshidratación. Las organizaciones científicas y sanitarias más importantes del mundo les recomiendan una ingesta de entre 2 y 3 litros de agua a diario, ya que es la cantidad de agua que aproximadamente pierden durante el día y que necesitan reponer.

Algunas estrategias para que el adulto mayor se hidrate de forma correcta son las siguientes:

  • Ofrecer líquidos regularmente a lo largo del día.
  • Colocar líquidos cerca a lo largo de todo el día (junto a la cama o junto a la silla de los ancianos en los centros geriátricos). Pueden presentarse en pequeñas botellas o tazas.
  • Fomentar el consumo de líquidos con la medicación. Suministrar las bebidas preferidas.
  • Prescribir y garantizar una ingesta mínima de 1,5 litros en los periodos de mayor riesgo de deshidratación.

 

 

Es de gran importancia el control del estado de hidratación de los ancianos, ya sea por ellos mismos o por parte de sus cuidadores y/o familia, estar pendientes de ofrecerles agua a menudo y asegurarnos de que tenga siempre a su alcance un botellín de agua mineral para que puedan acceder fácilmente a ella, sobre todo los ancianos con problemas de movilidad.

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