Hemiplejía en la tercera edad Parte 2
'- Parte 2 de 3
Hola amigos, ¿Cómo va su día? Espero que vaya excelente porque el día de hoy voy a continuar con el tema de la semana: la hemiplejía en la tercera edad, en esta parte voy a hablar específicamente de la clasificación, los síntomas y el diagnóstico de este padecimiento. Espero que presten atención a esta información, ya que es de gran relevancia. Saludos.
* Clasificación
- De acuerdo a sus causas:
Por su etiología:
- Enfermedad vascular cerebral
- Traumática
- Tumoral
- Malformación vascular congénita
- Infecciosa
- Inflamatoria
- Hipóxica
- De acuerdo a su patología en relación a lesión de vasos sanguíneos:
- Hemorrágica
- Trombótica
- Isquémica
* Síntomas
Algunos de los síntomas que puede presentar el adulto mayor afectado por este problema son los siguientes:
- Parálisis muscular. La parte del cuerpo afectada por una hemiplejía presenta este problema.
- Atrofia por falta de uso. La zona destruida del cerebro es incapaz de controlar ciertos músculos que, aunque no estén dañados, se tornan rígidos y pueden llegar a atrofiarse (es la disminución de peso y volumen de un órgano o un tejido por falta de nutrición, por alteración de su inervación o su irrigación o por falta de funcionamiento).
- Espasticidad. Es una rigidez característica y los afectados son conocidos como espásticos. La hemiplejía afecta en mayor medida a los músculos voluntarios que a los involuntarios.
- Se puede asociar a alteraciones en la sensibilidad, lenguaje, visual, auditiva, equilibrio y cognición.
* Diagnóstico
El médico va a realizarle al paciente una serie de preguntas, acompañada de una exploración física para orientarse al diagnóstico. Algunas de las pruebas que puede solicitar, son las siguientes:
- Tomografía axial computarizada (TAC) y/o Resonancia magnética (RM). El principal objetivo de estos estudios es demostrar la extensión y la zona de infarto, hemorragias, necrosis, tumores o lesiones por agentes externos.
- Ultrasonografía por Doppler. Identifica placas de ateromas (es el depósito de placas lipídicas, como el colesterol, en las arterias que posteriormente pueden ulcerarse y calcificarse) o estenosis (estrechamiento) de las arterias carótidas.
- Electroencefalograma. Puede identificar anormalidades bioeléctricas en la zona del problema.
- Electrocardiograma. Puede detectar alteraciones en el ritmo e isquemia (disminución del flujo sanguíneo en una parte del organismo).