Escaras en la tercera edad. Parte 2.

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Hola amigos, espero que estén muy bien. Seguiré hablando en esta parte acerca del tema de la semana: las escaras. Específicamente les comentaré acerca de su clasificación y los factores de riesgo. Saludos.

 

• Clasificación

Los tipos dependen de la profundidad de la herida:

-          Grado 1. La piel está intacta pero  con eritema (de color rojo). Al momento de aplicar presión  la piel no palidece.

-          Grado 2. Pérdida parcial del grosor de la piel. Tiene aspecto de flictenas.

-          Grado 3. La ulcera se extiende al tejido subcutáneo.

-          Grado 4. Se pierde todo el grosor de la piel, además se daña el músculo y el hueso.

 

• Factores de riesgo

A continuación se muestran algunos factores que van a favorecer el aparecimiento de las escaras, así como también el grupo de personas que son más susceptibles a padecer este tipo de lesiones:

-          Los adultos mayores tienen una mayor predisposición a las escaras debido a que sus tejidos son poco elásticos y se comprimen con facilidad, reduciendo el riego sanguíneo de la zona afectada por la presión. La deshidratación contribuye por este mecanismo a la aparición de úlceras. Además los vasos capilares en las personas de la tercera edad sufren unos cambios normales que reducen la irrigación sanguínea en la piel, la regeneración epidérmica es más lenta y disminuye menor percepción del dolor.

-          Las personas que tengan la movilidad restringida (por ejemplo deterioro cognitivo, con lesiones medulares o cerebrales, las personas que están en sillas de ruedas o las que deben de permanecer en cama), ya que cuanta menor capacidad tenga el paciente para cambiar su posición, mayor probabilidad existe de que aparezca el problema. La atrofia muscular derivada de la inmovilidad reduce el almohadillado y predispone a la úlcera.

-          Los individuos que no tengan sensibilidad al dolor (lesión en las vías nerviosas conductoras de la sensibilidad, pacientes diabéticos con neuropatía diabética). Esto ayuda a que aparezcan las úlceras, porque no se produce una respuesta de cambio de postura.

-          Nutrición deficiente. Si no puede mantener una alimentación adecuada, la piel no recibirá los nutrientes necesarios para mantenerse sana.

-          La obesidad, debido a que en estas personas es más frecuente que el riego sanguíneo de los tejidos y, en consecuencia, su nutrición y oxigenación sean deficientes.

-          La postura incorrecta. La presión aumenta sobre las prominencias óseas al permanecer sentado con los pies sostenidos que cuando estos cuelgan libres.

-          La humedad contribuye a que se ablande la piel, todavía más cuando proviene de líquidos irritantes como por ejemplo el sudor o la orina.