Escaras en la tercera edad. Parte 1.

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Hola amigos, espero que estén de maravilla el día de hoy. Ya que les hablaré sobre un tema de gran relevancia para el adulto mayor: las escaras. Empezaré en esta parte con una pequeña introducción, las causas y cómo se forman estas lesiones. Espero que la información que les voy a proporcionar a continuación les sea de gran utilidad. Saludos.

 

Las escaras o úlceras de presión son lesiones de tipo ulceroso de profundidad variable, localizadas en diferentes áreas del cuerpo, expuestas a presión continua y con poca o ninguna movilidad por un tiempo alargado. Pueden infectarse con facilidad y tardan mucho tiempo en cicatrizar.

Se producen en zonas de escaso tejido subcutáneo (está compuesto de tejido conjuntivo blando y graso. Une la piel con las estructuras subyacentes) o donde existen prominencias óseas en contacto con alguna superficie.

Este problema generalmente afecta a mayores de 70 años, pero puede evitarse si se toman precauciones.

 

• Causas

La causa directa de esta lesión es por la presión y contrapresión que se produce en áreas de prominencias óseas. Ya sea por fuerzas de compresión de alta intensidad por corto tiempo  o de baja intensidad por largos períodos pueden producir ulceraciones cutáneas.

La abundante irrigación de la piel es gracias a los movimientos que realizamos todo el día, como caminar, ir a la tienda por el desayuno, subir las escaleras para ver la televisión, en fin todas las actividades diarias. Aún cuando permanecemos dormidos o sentados por largo tiempo, existen ligeros desplazamientos corporales que alternan nuestros puntos de apoyo, y que son estimulados muchas veces por sensación de dolor o molestia, generados por el sistema nervioso. Pero hay personas cuya condición impide el seguimiento o la percepción de estos impulsos, por lo tantos debido a la presión constante de la piel se pueden oprimir pequeños vasos sanguíneos que proveen a la piel de nutrientes y oxígeno.

 

• ¿Cómo se forman las escaras?

Estas lesiones aparecen debido a la presión por un largo periodo en una o varias zonas del cuerpo, va a dar como resultado que haya una dificultad de la circulación sanguínea, por lo tanto, si la presión continúa, el tejido cercano no va a recibir oxígeno ni glucosa, lo que provoca una degeneración de los tejidos. Si la presión persiste, la lesión va ir creciendo sobre todo en el aspecto de profundidad.