Enfermedad renal crónica Parte 2

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Buenos días amigos, ¿Cómo les va? Espero que muy bien, el día de hoy continúo con el tema de la semana: la enfermedad renal crónica. En esta parte del artículo voy a hablarles específicamente de los factores que predisponen a esta enfermedad, así como el cuadro clínico que puede presentar la persona afectada. Espero que les parezca interesante. Saludos.

 

* Factores de riesgo

Algunos de los factores que pueden predisponer a este padecimiento son los que se muestran a continuación:

• Edad avanzada. Las personas mayores de 60 años tienen mayor probabilidad de padecer esta enfermedad.
• Diabetes. Cuando la diabetes no se controla bien, el azúcar empieza a acumularse en la sangre, lo que impide que los riñones puedan realizar bien el proceso de filtrado. Hay un porcentaje de personas con diabetes que a la larga acabarán sufriendo insuficiencia renal.
• Hipertensión arterial. La presión arterial alta puede acabar dañando algunos de los vasos sanguíneos de los riñones (especialmente los de los vasos de menor tamaño). La consecuencia es que ese proceso de filtrado propio de los riñones se ve afectado y aparece así la insuficiencia renal crónica.
• Ciertas enfermedades predisponen a esto. Nefropatías congénitas y hereditarias, obstrucción prolongada del tracto urinario (incluyendo litiasis), infecciones urinarias de repetición, enfermedades sistémicas (lupus, vasculitis).
• Obstrucción de la excreción de orina. Ya sea por tumores, cálculos renales, estrechamientos de la uretra o por el aumento de la próstata, debe volver a los riñones de nuevo, lo que puede acabar dañándolos.

 

* Síntomas

Esto depende muchas veces del estadío de la enfermedad, cuando la función renal está mínimamente alterada los pacientes no presentan síntomas urémicos.

A medida que la destrucción de las nefronas (unidad anatómica y fisiológica del riñón) progresa, disminuye la capacidad de concentración del riñón y es cuando pueden empezar los síntomas, lo más común es el aumento del número de veces que se orina, necesidad de orinar por la noche, falta de apetito, cansancio y/o  dolor de cabeza.

Cuando la enfermedad progresa más,  aparecen los síntomas que conforman el síndrome urémico, que viene siendo la  anorexia, náuseas, fatiga, falta de concentración, hinchazón, calambres, e insomnio.

Es importante tener en cuenta que la mayoría de las personas presentan estos síntomas, pero un pequeño porcentaje no presentan síntoma alguno.