Desnutrición en la tercera edad. Parte 1.
'- Parte 1 de 3
Hola amigos, ¿cómo están? Les voy a hablar esta semana de un tema de gran importancia para el adulto mayor: la desnutrición. En esta parte me centraré en una pequeña introducción acerca de este problema y las posibles causas que pueden llevar al adulto mayor a que no tenga la cantidad de nutrientes necesarios. Espero que les parezca interesante. Saludos.
La desnutrición es un estado patológico que ocurre cuando nuestro organismo no recibe los nutrientes suficientes y por lo tanto se produce una alteración en la forma o el funcionamiento del cuerpo. Puede ser un problema peligroso en la gente de la tercera edad.
El estado de nutrición en la población de edad avanzada es importante y de gran preocupación. La pérdida de peso involuntaria y la desnutrición en esta etapa de la vida, contribuyen a un descenso progresivo en la salud, ya que afecta tanto al estado funcional como al cognitivo. Afecta especialmente a los mayores que precisan mayor atención sanitaria, complicando muchas veces problemas de salud y sociales previamente ya complejos.
* Causas
A medida que pasan los años, la desnutrición se relaciona a diversas alteraciones funcionales, su etiología puede ser por distintos factores, por lo tanto puede ser el resultado de índole social, funcional, patológica o psicológica. Algunas de estas causas son las siguientes:
- Algunas personas de edad avanzada no pueden preparar la comida.
- Ciertas enfermedades pueden disminuir el apetito o incluso quitarlo. Ejemplos: la depresión, demencia, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva crónica), insuficiencia cardíaca, hepatitis, insuficiencia renal crónica e hipotiroidismo.
- Ingresos bajos.
- Problemas dentales. Ejemplos: enfermedad periodontal, prótesis dentales mal puestas.
- Por la pérdida de apetito, ésta puede ser debida por alguna enfermedad o puede ser un efecto secundario de algún medicamento que esté tomando el adulto mayor, algunos de éstos pueden ser: antibióticos, digoxina, fármacos para quimioterapia, codeína y morfina.
- Deterioro cognitivo.
- La falta de variedad en la dieta en asilos y hospitales.
- Dificultad para la ingesta, deglución y absorción.
- Inmovilidad.