Deshidratación en el adulto mayor. Parte 1.

– Parte 1 de 3

Hola amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que muy bien. Ya que en esta semana les tengo un tema de gran importancia para las personas mayores: la deshidratación en el adulto mayor. En esta parte en específico veremos una introducción acerca de este padecimiento. Espero que sea interesante para ustedes. Saludos.

La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde más líquidos de los que ingiere, lo que puede llevar a una falta de suficiente agua y electrolitos para mantener el funcionamiento normal del cuerpo. Esta condición puede ser causada por diversas razones, como no beber suficientes líquidos, pérdida excesiva de líquidos a través de la sudoración o la micción, o enfermedades que aumentan la demanda de líquidos.

La deshidratación en adultos mayores es un problema común y puede tener consecuencias graves para la salud. A medida que las personas envejecen, pueden experimentar cambios fisiológicos que aumentan su vulnerabilidad a la deshidratación. Algunas de las razones por las cuales los adultos mayores pueden estar en mayor riesgo incluyen:

• Disminución de la sensación de sed: Con la edad, la sensación de sed puede disminuir, lo que hace que los adultos mayores sean menos propensos a beber la cantidad adecuada de líquidos.
• Cambios en la función renal: La capacidad del cuerpo para conservar agua disminuye con la edad, lo que puede aumentar la probabilidad de deshidratación.
• Mayor propensión a enfermedades crónicas: Las condiciones médicas crónicas, como la diabetes o la enfermedad renal, pueden aumentar el riesgo de deshidratación.
• Uso de medicamentos: Algunos medicamentos, como los diuréticos, pueden aumentar la excreción de líquidos y contribuir a la deshidratación.
• Problemas cognitivos: Los adultos mayores con problemas cognitivos pueden tener dificultades para reconocer la necesidad de beber agua.