Cistocele. Parte 1.

El cistocele, también conocido como prolapso de la vejiga, es una afección que afecta a muchas mujeres, especialmente a medida que envejecen o después de dar a luz. Esta condición ocurre cuando la pared vaginal anterior se debilita, lo que permite que la vejiga se abulte hacia la vagina. Aunque no siempre causa síntomas graves, el cistocele puede afectar la calidad de vida y requerir tratamiento médico o quirúrgico en algunos casos.

• Causas y factores de riesgo

El cistocele suele ser el resultado de la debilidad en los músculos y tejidos que sostienen la vejiga y otros órganos pélvicos. Las causas y factores de riesgo comunes incluyen:

1. Embarazo y parto: El embarazo y el parto vaginal pueden estirar y debilitar los músculos del suelo pélvico, lo que aumenta el riesgo de cistocele, especialmente en mujeres que han tenido múltiples partos o partos difíciles.
2. Envejecimiento: Con el tiempo, los tejidos del cuerpo, incluidos los músculos del suelo pélvico, pueden perder elasticidad y fuerza, lo que aumenta el riesgo de prolapso de órganos pélvicos, como el cistocele.
3. Cirugía pélvica previa: Algunas intervenciones quirúrgicas, como la histerectomía, pueden debilitar los tejidos de soporte pélvico y aumentar el riesgo de cistocele en el futuro.
4. Estreñimiento crónico: El esfuerzo durante las evacuaciones intestinales puede ejercer presión sobre los músculos del suelo pélvico, lo que contribuye al desarrollo de cistocele.