Cáncer de páncreas. Parte 1.
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Hola amigos, espero que estén muy bien. Ya que esta semana les tengo preparado un tema de gran relevancia para el adulto mayor: el cáncer pancreático. Comenzaré con una introducción acerca de este padecimiento, además de sus factores de riesgo. Espero que sea de utilidad para ustedes la información que les proporcionaré a continuación. Saludos.
Para empezar, es necesario saber que el páncreas es una glándula que está localizada en el área abdominal, tiene varias funciones pero las más importantes son: ayuda a producir algunos enzimas que son necesarias para la digestión. Además tiene la función de controlar la concentración de azúcar en la sangre.
El cáncer pancreático es un tumor provocado por el crecimiento sin control de células malignas que se origina en el páncreas. Este cáncer es en Estados Unidos la cuarta causa de muerte en hombres y quinta causa en mujeres.
Otro dato de gran importancia es que el riesgo de padecer cáncer de páncreas aumenta con la edad. Ya que ésta enfermedad es rara en personas que tienen menos de 45 años y la mayoría de los casos se diagnostica después de los 65 años.
* Factores de riesgo
- Tabaco. El humo de los cigarrillos contiene químicos que dañan la estructura genética (ADN) de las células. El daño en el ADN hace que las células se vuelvan cancerosas.
- Alcohol.
- La edad. Frecuentemente la incidencia es mayor en pacientes de 65 años en adelante.
- Sexo. Es más frecuente en los hombres. Esta diferencia, sin embargo, se está reduciendo con el tiempo en los Estados Unidos. No es claro exactamente por qué. Una de las posibles razones es el cambio en ciertos factores de riesgo, como el fumar.
- Factores genéticos. Esto sucede porque en algunos casos el cáncer de páncreas está relacionado con cambios en la estructura genética (ADN) de las células del cuerpo. Estas mutaciones pueden pasarse de generación en generación.
- Padecer pancreatitis crónica.
- Que el paciente tenga diabetes hace mucho tiempo.
- La raza. Es más común en la raza negra.
- La obesidad.
- Mala alimentación, especialmente las dietas altas en grasas, proteínas y alimentos procesados con gran cantidad de aditivos.