Bradicardia. Parte 3.

– Parte 3 de 3

Buenos días amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que bien. Hoy concluyo con el artículo de la semana: la bradicardia. Ahora les hablaré específicamente sobre el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. Espero que les haya servido la información sobre este padecimiento. Saludos.

*Diagnóstico

En caso de sospechar una bradicardia, el médico o cardiólogo practica un examen clínico completado con un electrocardiograma para definir las causas. El electrocardiograma evalúa el ritmo y la función cardiaca a través de un registro de la actividad eléctrica del corazón. Cada vez que el corazón late, una señal eléctrica circula a través de él. Un electrocardiograma muestra si el corazón está latiendo a un ritmo y con una fuerza normal.

El monitoreo del ritmo cardiaco puede tener lugar durante un período más largo, generalmente dentro de las 24 horas, gracias al uso de un registro electrocardiográfico externo llamado Holter. La mayoría de las veces, el electrocardiograma es suficiente para establecer el diagnóstico pero, en casos especiales, es necesario realizar un examen más detallado, realizado por la unidad de cardiología, llamado electrofisiológica intracavitaria.

*Tratamiento

Ante cualquier bradicardia se deberá valorar en primer lugar la estabilidad hemodinámica.

El marcapasos no se coloca a cualquier paciente, es necesario conocer las indicaciones más claramente establecidas. Éstas son las que se muestran a continuación:

• Disfunción sinusal. Disfunción sintomática.
• Bloqueo auriculoventricular completo o de segundo grado sintomático.
• Bloqueo auriculoventricular completo o de segundo grado asintomático
• Bloqueo auriculoventricular de primer grado prolongado y sintomático

La bradicardia forma parte, junto con la taquicardia y la fibrilación, de los problemas relacionados con el ritmo cardíaco. La bradicardia puede ser un problema grave si la frecuencia cardíaca es muy lenta y el corazón no puede bombear suficiente sangre rica en oxígeno al cuerpo. Si esto ocurre, el adulto mayor puede llegar a sentirse mareado, muy cansado o débil y con falta de aliento. A veces la bradicardia no causa síntomas ni complicaciones.