Beneficios de tener una mascota en el adulto mayor.
Varios estudios e investigaciones han demostrado que tener una mascota en el domicilio es muy beneficioso para todos los miembros de la familia, pero sobre todo para las personas mayores.
Existen múltiples terapias para las personas mayores como pintar o la musicoterapia, pero el cariño y la felicidad de tener una mascota en casa es una de las mejores terapias para mejorar su salud y bienestar, tanto a nivel físico como mental y emocional.
Al envejecer empezamos a experimentar diferentes carencias, situaciones y nuevas necesidades como la soledad, las enfermedades y patologías de la tercera edad, el sedentarismo, la distimia y los diferentes cambios relacionados con la edad. Tener una mascota ayudará a combatir muchas de estas situaciones. Además, varios investigadores han demostrado que convivir con un animal ayuda a aumentar la calidad de vida y a vivir más tiempo.
Algunos de los múltiples beneficios de tener una mascota en casa en la tercera edad son:
- Contacto físico, cariño, alegría, compañía y diversión.
- Estimula mentalmente a las personas mayores, ya que atraerá toda su atención a través de los movimientos, juegos y afecto conseguirá estimular muchos de sus sentidos (vista, olfato, oído y tacto).
- Ayuda a sacar el lado más juguetón de los adultos mayores. Una mascota les hará reír y divertirse.
- Aumenta la autoestima , humor y sociabilidad del mayor.
- Velan constantemente por la seguridad y el bienestar de su propietario.
- Sirven de alarma en caso de incendio, robo, suena el teléfono, dueño en peligro...
- La responsabilidad de cuidar de una mascota aportará a las personas mayores la sensación de ser útiles, algo que será muy positivo para su salud mental y bienestar emocional.
- Si el adulto mayor ya ha tenido alguna mascota en el pasado, una nueva le ayudará a recordar viejos tiempos de forma positiva y con gran afecto.
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Refuerza los vínculos entre los miembros del hogar.
Además, tener una mascota ofrece múltiples terapias para personas de edad avanzada como:
- Tocar, acariciar o abrazar a una mascota aporta tranquilidad y reduce la frecuencia cardíaca, el estrés, la ansiedad, la tensión, la depresión, los nervios, la ira, la tristeza y la sensación de soledad.
- Ayudan a reducir el uso de medicamentos.
- Reducen el insomnio.
- Aumentan el apetito.
- Mejora la presión arterial, reduce el colesterol y disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Ayudan a las personas autistas a mejorar sus relaciones sociales.
- Entre otros usos terapéuticos.
Mascota para adultos mayores: ¿Perro o gato?
Esta es la pregunta más habitual a la hora de escoger la mascota ideal para un adulto mayor. Para obtener la respuesta correcta deberemos conocer los gustos, hábitos y capacidades de la persona o personas a las que queremos regalárselo.
Cabe destacar que tener una mascota en casa es una decisión que se debe meditar y tomar con todas las consecuencias. Se necesita mucha responsabilidad y compromiso y se recomienda el asesoramiento de un experto y la opinión del médico habitual del usuario.
BENEFICIOS DE TENER UN PERRO COMO MASCOTA
Además de todos los beneficios de tener mascota mencionados anteriormente, si se escoge un perro aportará otros beneficios añadidos.
Los perros como mascotas ayudan a incentivar el envejecimiento activo en las personas de edad avanzada, ya que requieren de más de un paseo diario, incluso en invierno. También ayudan a sociabilizar con otras personas durante los paseos. Además, un perro es muy divertido y siempre hará algo extraño que hará reír hasta al más apático.
Algunos expertos aseguran que los perros son capaces de detectar los niveles bajos de azúcar y ciertos tipos de cáncer; el cáncer de pulmón, de mama, de vejiga y de colon .
Un perro lleva mucho más cuidado que un gato, por este motivo, si nos decantamos por un perro deberemos escoger bien la raza. Es esencial que se trate de un perro obediente, sociable, dócil, tranquilo, fácil de adiestrar, empático, pequeño o medio, sin mucha demanda de limpieza y con una necesidad de actividad moderada. Otra opción muy recomendable es optar por adoptar un perro adulto que ya esté educado y sea más tranquilo que un cachorro.
BENEFICIOS DE TENER UN GATO COMO MASCOTA
Los gatos son muy recomendable para personas de edad avanzada con problemas de movilidad o discapacidad, ya que son mucho más independientes y requieren de menos cuidados y obligaciones que un perro.
El ronroneo de estos felinos aporta beneficios añadidos como:
- Ayuda a bajar las pulsaciones aceleradas.
- Incrementa la densidad ósea.
- Reduce el dolor, tanto muscular como articular.
- La vibración sonora que producen al ronronear estimula la curación del tejido, principalmente en lesiones que afectan a músculos y tendones.
Cómo los perros ayudan a las personas mayores
Los perros ayudan a trabajar, principalmente, 4 áreas relacionadas con la salud de los pacientes de edad avanzada:
- Física: Los paseos hacen que las personas mayores se muevan y hagan ejercicio.
- Cognitiva: Ayudan a trabajar la memoria.
- Emocional: Eliminan la sensación de soledad y ayudan a aflorar sus emociones y sentimientos.
- Relacional: Al salir a pasear motiva a interactuar con otras personas y a entablar nuevas relaciones.
Las razas de perros más recomendadas para personas mayores son:
- Carlino.
- Golden Retriever.
- Caniche.
- Labrador.
- Pomerania.
- Yorkshire Terrier.
- Cocker.
- Bulldog Francés.
- Chihuahua.
- Boston Terrier.
- Schnauzer.
- Bichón Frisé.
- Bichón Maltés.
- Rata de praga.
- Pastor Belga Malinois.
- Alaska Malamute.
Perros entrenados para cuidar
Los perros de asistencia están preparados para ayudar a las personas a superar las limitaciones causadas por la discapacidad y las barreras de su entorno. Están entrenados para facilitar el día a día de sus propietarios.
Las principales características de los perros entrenados para cuidar son:
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Gran capacidad de aprendizaje.
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Escasa agresividad.
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Buena reacción ante sonidos y señales.
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Inteligentes, dóciles, afectivos, predecibles, tranquilos, empáticos y sociables.
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No es imprescindible que sean de una raza determinada.
Existen diferentes tipos de perros de asistencia según la discapacidad del usuario:
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Para personas con discapacidad física: Entrenado para coger cosas del suelo, encender y apagar interruptores, abrir y cerrar puertas, cajones o ventanas, etc.
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Para personas con discapacidad visual: Su principal objetivo es guiar al dueño y avisarlo en caso de riesgo.
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Para personas con discapacidad auditiva: Debe avisar al propietario de los diferentes sonidos y llevarlo hasta el lugar de donde proviene el sonido (timbres, teléfonos, voces, llanto de un bebé, alarmas, despertadores…).
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Para personas con autismo: Ayudará al paciente a mejorar su comunicación, a estimulación sensorial y a garantizar la seguridad de su propietario.
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Para alertas y emergencias: Hace compañía y está entrenado para asistir a personas con diabetes, epilepsia u otras enfermedades. El perro debe pedir ayuda si es necesario, ya sea por una caída, una crisis epiléptica, entre muchas otras situaciones.
El proceso de solicitud de un perro de asistencia suele ser largo debido a la gran demanda. Las asociaciones dedicadas a la educación de los perros entrenados para cuidar valoran cada solicitud de forma individual para encontrar la mascota ideal para cada persona. Tras la asignación de la mascota, se realizan entrenamientos conjuntos para ver si ambos congenian bien.
El adiestramiento de los perros de asistencia suele durar entre 8 y 10 meses, pero puede llegar a alargarse hasta 2 años. Suelen ser seleccionados desde cachorros, pero se puede entrenar un perro propio de la persona con discapacidad.