- Compensación de deficiencias nutricionales:
Uno de los beneficios más evidentes de los suplementos en el adulto mayor es su capacidad para compensar las deficiencias nutricionales. Con el envejecimiento, es común que las personas experimenten una disminución en la ingesta de alimentos o una menor absorción de nutrientes, lo que puede llevar a deficiencias de vitaminas y minerales esenciales. Los suplementos pueden proporcionar una forma conveniente y efectiva de llenar estas brechas y garantizar que el cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita para funcionar correctamente.
Los suplementos de calcio y vitamina D son especialmente importantes para el adulto mayor, ya que pueden ayudar a mantener la salud ósea y prevenir la osteoporosis y las fracturas relacionadas. El calcio es esencial para la formación y el mantenimiento de huesos fuertes, mientras que la vitamina D facilita la absorción de calcio en el cuerpo. Tomar suplementos de calcio y vitamina D en combinación con una dieta equilibrada y ejercicio regular puede ayudar a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de fracturas.
- Apoyo a la función cerebral:
Algunos suplementos, como los ácidos grasos omega-3 y ciertas vitaminas del grupo B, han sido asociados con la salud del cerebro y la función cognitiva en el adulto mayor. Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en alimentos como el pescado graso y las nueces, pueden ayudar a mejorar la memoria y la función cerebral. Del mismo modo, las vitaminas del grupo B, como la B12 y el ácido fólico, son importantes para mantener la salud del sistema nervioso y pueden ayudar a prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad.