Ascitis. Parte 2.
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Hola amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que estén muy bien, sigo con el tema de la semana: la ascitis. En esta ocasión voy a hablarles de los síntomas y del diagnóstico de este padecimiento. Es de gran importancia que pongan especial atención en este tema, ya que este tema es relativamente frecuente. Saludos.
*Cuadro clínico
Los síntomas que produce la ascitis dependen de la cantidad de líquido acumulado. Cuando es de grado leve puede no producir síntoma ninguno. En otras ocasiones se pueden llegar a acumular 10-12 litros de líquido en el abdomen (ascitis tensa), siendo los signos más frecuentes el aumento de volumen del abdomen, el aumento de peso, la disminución en la cantidad de orina emitida y, a veces, retención de líquido en las piernas (edema).
Los síntomas más frecuentes son molestia abdominal, dolor de espalda, cansancio, dificultad para respirar, sensación de saciedad precoz con las comidas, meteorismo (es un cuadro clínico debido a un exceso de gas dentro del intestino), aumento de ruidos intestinales y alteración del ritmo intestinal.
Independientemente de estos síntomas, las personas con ascitis tienen riesgo de infección del líquido, y entonces pueden presentar dolor abdominal y fiebre.
*Diagnóstico
El médico va a realizar una serie de preguntas sobre el padecimiento y antecedentes del paciente. Después va a explorar el abdomen del paciente.
En caso de duda, la ecografía abdominal permite confirmar o descartar fácilmente la existencia de ascitis. Se recomienda el ultrasonido en los casos en que el líquido es difícil de localizar, en presencia de bridas, cicatrices abdominales, ascitis tabicada o cuando una primera punción falla para realizar una punción dirigida.
Dependiendo de la intensidad, se distinguen tres grados:
- Grado 1. Cuando la acumulación de líquido es mínima, y solo se detecta por ecografía.
- Grado 2. Se manifiesta por molestia abdominal pero no interfiere con las actividades de la vida diaria.
- Grado 3. Se manifiesta con distensión abdominal importante, y que interfiere con las actividades diarias del paciente.
El médico además va a solicitar estudios de sangre (recuento hematológico, sodio, potasio, función renal, transaminasas ) y un examen de orina. Es necesario identificar la causa (cantidad de alcohol ingerida habitualmente, serología de virus de la hepatitis, ecografía abdominal) de la enfermedad hepática. También es muy importante analizar el líquido, extrayéndolo mediante la inserción de una aguja a través de la piel hasta la cavidad abdominal (paracentesis), que además de ayudar al diagnóstico de la causa, permite descartar la infección del líquido (peritonitis bacteriana espontánea).