Artrtitis psoriásica. Parte 3.
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Hola amigos, ¿cómo están? Espero que estén de maravilla. Hoy concluyo el artículo de la semana: la artritis psoriásica, en esta parte voy a hablarles del diagnóstico y tratamiento de este padecimiento. Espero que toda la información que les voy a proporcionar a continuación sea de gran importancia para ustedes. Saludos.
*Diagnóstico
El diagnóstico de la artritis psoriásica puede ser un desafío, ya que comparte características con otras formas de artritis y puede variar ampliamente en su presentación. Sin embargo, los médicos utilizan una combinación de métodos para realizar el diagnóstico, que incluyen:
- Evaluación de los síntomas: El médico examinará los síntomas presentes, como dolor, rigidez e hinchazón en las articulaciones, así como la presencia de psoriasis en la piel y/uñas.
- Exámenes físicos: Se realizará un examen físico para evaluar la inflamación en las articulaciones y la piel, y buscar signos de psoriasis en las uñas.
- Historia médica: Se revisará la historia médica del paciente y se tomarán en cuenta los antecedentes familiares de psoriasis o artritis psoriásica.
- Pruebas de laboratorio: Se pueden solicitar análisis de sangre para detectar signos de inflamación, como niveles elevados de proteína C reactiva (PCR) y factor reumatoide. También se pueden realizar pruebas para descartar otras formas de artritis.
- Evaluación de imágenes: Se pueden realizar radiografías, resonancias magnéticas o ecografías de las articulaciones afectadas para evaluar el grado de daño articular.
*Tratamiento
El tratamiento de la artritis psoriásica tiene como objetivo controlar la inflamación, aliviar los síntomas y prevenir el daño articular a largo plazo. El enfoque del tratamiento puede involucrar una combinación de medicamentos, terapia física, cambios en el estilo de vida, terapia ocupacional y, en algunos casos, cirugía.
Los medicamentos utilizados para tratar la artritis psoriásica incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), medicamentos modificadores de la enfermedad (como metotrexato o sulfasalazina), medicamentos biológicos (como inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa) y medicamentos dirigidos específicamente a la psoriasis y la artritis psoriásica (como inhibidores de la interleucina 17 o inhibidores de la interleucina 23).
Es importante que los médicos especialistas estén al tanto del paciente con este padecimiento, como un reumatólogo o dermatólogo, con la finalidad de desarrollar un plan de tratamiento adecuado para controlar los síntomas y minimizar el impacto de la artritis psoriásica en la calidad de vida.
La enfermedad puede afectar a personas sin factores de riesgo conocidos, y no todas las personas con factores de riesgo desarrollarán la enfermedad. Si tienes preocupaciones o síntomas sospechosos, es recomendable consultar a un médico para una evaluación adecuada.