Alopecia areata Parte 3
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Buenos días amigos, ¿cómo están el día de hoy? Espero que bien. Hoy concluyo con el artículo de la semana: la alopecia areata. Ahora les hablaré específicamente sobre el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad. Espero que les haya servido la información sobre este padecimiento. Saludos.
* Diagnóstico
En la mayoría de las veces, la alopecia areata es fácilmente reconocible. El médico debe realizar una historia clínica dirigida al padecimiento. Una herramienta importante como método de apoyo en el diagnóstico es la dermatoscopia, en donde se utiliza un aparato llamado dermatoscopio para visualizar algunas lesiones dermatológicas y estructuras de la piel que no son identificables a simple vista. Con el dermatoscopio se hacen más evidentes los pelos cortos,
con el extremo proximal más delgado que el distal (lo que se conoce como signo de exclamación), esto quiere decir que hay actividad de la enfermedad. También se pueden observar puntos amarillos y puntos negros.
En pocos casos es necesario una biopsia (que es la toma de tejido para observarlo en microscopio).
* Tratamiento
Actualmente no existe un tratamiento de elección que cure la alopecia areata. Pero existen diferentes tratamientos en los que se observa mejoría del padecimiento. Éstos son:
- Corticoesteroides tópicos. Son la primera opción de tratamiento, es importante escoger el vehículo adecuado para el área que se va a tratar. Las presentaciones que mas se utilizan son las lociones, geles, ungüentos y con atomizadores.
- Corticoesteroides intralesionales. Se utiliza si es única o en placas. No se recomienda si es total. Y se recomienda si no hubo resultado con el tratamiento tópico.
La alopecia areata es un padecimiento que consiste en la pérdida del cabello en una zona determinada del cuerpo. En la mayoría de los casos aparece en zonas circulares pequeñas de la cabeza y de la barba. Una de las cosas curiosas de la alopecia areata es que las áreas de la piel que están afectadas y no tienen pelo, presentan un aspecto absolutamente normal, sin alteraciones cutáneas, ni hinchazón o enrojecimiento. Afecta más a los hombres.