Actividad física en el adulto mayor. Parte 1.

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Hola amigos, ¿cómo están? Espero que estén muy bien porque el día de hoy voy a empezar con el artículo de la semana: la actividad física en la tercera edad. En esta primera parte voy a darles una introducción acerca de la importancia de realizar ejercicio en la tercera edad. Espero que está información sea de gran utilidad para ustedes, sobre todo para los cuidadores, ya que es algo esencial para mejorar la salud del adulto mayor.

Se ha encontrado que las dos terceras partes de las personas con más de 60 años practican de manera irregular alguna actividad física o son totalmente sedentarios. Es debido a esta causa de inactividad que aparecen los riesgos de enfermedades crónicas.

Es importante también, saber que las personas a medida que envejecen, van teniendo modificaciones en su estado de salud: se alteran las estructuras y se reducen las funciones de las células y los tejidos de todos los sistemas del organismo. Pero hay estudios que demuestran que realizando ejercicio algunos de estos cambios se pueden modificar.

Al igual que en todas las edades, la práctica de actividad física en forma regular es de gran importancia para la salud del adulto mayor en el largo plazo. Contribuye a mejorar la habilidad para realizar las actividades diarias, ayuda a mantener una buena salud mental y permite a la persona tener más posibilidades de ser independiente.

Además de dar todos estos beneficios, el ejercicio en el adulto mayor, ayuda a prevenir diversas enfermedades como la diabetes, la hipertensión, las caídas, la osteoporosis, los altos niveles de colesterol, la enfermedad coronaria y muchas otras más.

Como conclusión de lo anterior, se puede establecer que el ejercicio físico disminuye la morbimortalidad y en consecuencia incrementa la longevidad.