Amigos en la tercera edad. I - Vida Abuelo

Amigos en la tercera edad. I

¡Hola! Hoy les comentaremos sobre la importancia de los amigos en la tercera edad y como estos ayudan a que la vida sea más plena y satisfactoria. Esperamos sea de su agrado.

– Parte 1 de 3

La amistad entre las personas, en todas las etapas de la vida del humano, es muy valiosa y, cultivarla es algo fundamental y muy esencial a lo largo de la vida.

Lo malo es que al momento de hacerse más grande, ya no hay tantas personas a su alrededor con las que se pueda entenderse y relacionarse. Algunos de nuestros amigos se han muerto. Tal vez has tenido que trasladarte del lugar donde antes vivías a otro. Además, a nuestra edad es más difícil hacer nuevas amistades: ya no tienes compañeros de trabajo, probablemente tengas una vida social menos activa que antes.

En este sentido, los lazos  de la amistad otorgan, además de satisfacción plena, apoyo emocional y seguridad, nos ayudan a desarrollar una autoestima alta y buena.

Es reconocido también que tener amigos favorece la integración social, las personas se sienten acompañadas, aunque no exista un compartir presencial frecuente, brinda placer, nos permite crecer y sentir apoyo en los momentos difíciles.

Evitan el aislamiento social y los cuadros de depresivos y estimulan las conexiones neuronales que previenen la demencia senil.

Un estudio Australiano de la Universidad de Flinders, determinó que tener una red sólida de amigos aumenta la expectativa de vida de las personas mayores, se pudo concluir que los amigos influyen de manera más directa en la prolongación de la vida que los mismos familiares.

A los amigos los elegimos voluntariamente, es imposible depositar amistad en alguien que no es del completo agrado, esta particularidad hace que desarrollemos sentimientos especiales hacia ellos y les otorguemos un rol fundamental. Las pérdidas que se van experimentando, a medida que avanzamos en edad, de nuestros familiares más cercanos como esposos, hermanos, cuñados, etc.  Son asumidas de mejor manera con  un buen amigo al lado.

Por otra parte, no habernos hecho  de amigos, significa llegar a la edad adulta carente de alguien con quien celebrar, o intercambiar experiencias, consolarse, entregar mutua atención, tener un referente con el cual seguir cultivando la felicidad.

 

Segunda parte próximamente…

 

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